Iniciemos Un Libro En Blanco Con Buenas Obras Y Pensamientos


Entramos a un año más, 24 años han pasado de un nuevo milenio, uno de demasiados retos que debemos abordar, sin voltear atrás.

En este nuevo reto, mis deseos de corazón son que en sus casas e interior personal reine la esperanza; no me queda duda que muchos enfrentaron un 2023 con pruebas, que fueron en preparación para cosas mejores por venir.

¿Serán los días del 2024 más alegres que los días del año que acaba de terminar? La respuesta no la sabemos aún. Está por saberse. Parte de ella yace en nuestra actitud de confiar y abrazar a Dios en todas las etapas de la vida.

Nos dice un proverbio: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora… nada más que la verdad.

Estos días tempranos del año calendario pudiesen ser muy propicios para buscar la dirección de Dios en nuestra vida siguiendo lo que él nos ha dejado como enseñanza.

Los autores espirituales aconsejan que es muy fructífero el que le preguntemos a Dios qué necesitamos dejar nacer en nuestra vida o qué debemos plantar y edificar alrededor nuestro.

Dejemos al Espíritu Santo hacer un inventario de algunas cosas que necesitamos aprender porque todavía no hemos llegado a Su presencia y de eso se trata este tiempo. Miremos a nuestro alrededor y consideremos qué áreas de nuestra vida espiritual, intelectual, laboral y ministerial requieren que sean pulidas.

Si tenemos duda en cuanto a esto preguntémosle a nuestra esposa o a un buen amigo. Esto requiere mucha valentía. Estoy seguro que si le preguntamos sin pensar mucho nos lo dirían. Tomar un tiempo a solas con Dios lejos del teléfono, el correo electrónico y de otras personas para meditar nos puede ser de mucho bien. No necesita ser un tiempo prologando. A veces, una sola caminata de 1 km con Dios basta y nos ayudaría a reenfocarnos. No espere mucho para hacerlo.

Limpiemos nuestras conciencias y vidas de malos momentos, heridas, rencores, amarguras, pecados, adicciones y decepciones que no nos dejen.

El mejor consejo es dejar atrás esas cadenas y bien dicen que la sanidad de nuestras almas muchas veces viene cuando nos sacudimos los problemas, se los entregamos a Dios y nos levantamos.

Dejando en sus manos nuestro reloj de vida y depositando nuestros problemas a los pies de la cruz, diciendo, señor, aquí tienes mis necesidades y aflicciones, despachadlas favorablemente si conviene a vuestra gloria.

El año nuevo es tiempo propicio para confiar nuestras obras no solo en nosotros, sino dejar entrar a Dios en nuestra vida.

Que sea pues el nuevo año una hoja en blanco que vayamos llenando de buenas obras y vayamos despojándonos de todo aquello mal que no nos deja avanzar.

Feliz Año Nuevo!

Share Button

Más Noticias

Show Buttons
Hide Buttons